Los grillos son insectos de la familia Gryllidae, de los cuales se encuentran con al menos unas 900 especies distribuidas por todo el planeta. Algunos más grandes, otros más pequeños, con colores que varían entre verdes, marrones, negros, amarillos y rojos. Todos ellos poseen tres pares de patas, entre las que resaltan las enormes patas traseras. ¿Para qué sirven las patas de los grillos? Esa es una buena pregunta.
La primera respuesta sería que sirven para saltar, como en el caso de sus familiares, los saltamontes. Y es cierto. Las llamativas patas de los grillos, por ejemplo, tienen más de una función. Y aunque no lo creas, no las usan para generar su canto.
Además de usarlas para excavar sus madrigueras, te sorprendería saber que las patas de los grillos sirven para escuchar el canto de los otros grillos. La verdad es que las patas de los grillos son muy importantes.
¿Cuántas patas tiene un grillo?
Como ya se mencionó, los grillos tienen tres pares de patas, así como la mayoría de los insectos. Lo realmente interesante es el uso que dan a las mismas. Evidentemente, pueden ayudarse con las patas traseras para dar unos buenos saltos, y usar sus seis patas a la vez para movilizarse con velocidad.
- Las patas traseras de los grillos son visiblemente más grandes que las demás. Cuentan con un fémur alargado y un desarrollo muscular mayor, el cual permite a estos insectos dar grandes saltos y salvar largas distancias.
- Las patas delanteras de los grillos son cuatro (dos pares) y son de tamaño medio, marcadamente más pequeñas que las posteriores. En ellas tienen espinas o dientes que les sirven para atrapar a otros insectos más pequeños y llevarlos hasta sus poderosas mandíbulas. Así como para defenderse o atacar a otros grillos en temporada de apareamiento.
- Estas patas delanteras de los grillos también tienen otra función, que es además, muy interesante.
¿En cuáles patas tienen los oídos los grillos?
¿Alguna vez te preguntaste si los grillos podían escuchar? ¿Si tenían oídos? Pues la increíble respuesta es, sí. Los grillos poseen un oído, o más bien lo que se conoce como órganos timpánicos, que funcionan de una forma similar al oído humano.
Estos órganos timpánicos están ubicados en sus patas delanteras y consisten en unas pequeñas cavidades con membranas timpánicas que vibran con el sonido. Dichas vibraciones son captadas por el órgano cordotonal y son inmediatamente transformadas en impulsos nerviosos que el grillo traduce.
Su sistema auditivo es tan sensible que puede captar sonidos a largas distancias e incluso a través de la tierra. Y por supuesto, al tener ubicados los oídos en sus patas, el grillo puede literalmente escuchar los movimientos a su alrededor.
Este completo sistema auditivo es único de los insectos y, si te fijas bien, puedes encontrar sus órganos timpánicos a simple vista. Solo tienes que mirar sus pequeñas patas delanteras con detenimiento y podrás observar un pequeño óvalo en cada una de ellas.
¿Para qué sirven sus patas traseras?
Como bien hemos supuesto, las patas traseras de los grillos son para dar los enormes saltos que los caracterizan. Sin embargo, al igual que las patas delanteras, estas también poseen otras funciones adicionales.
Si nos fijamos bien, estas patas tienen una pequeña hilera de dientes dispuestos a manera de sierra. Estos le permiten al grillo sujetarse a las diferentes superficies y escalar, pero también son una poderosa arma cuando se trata de defenderse o atacar a otros grillos.
Los grillos son insectos altamente territoriales. Cuando entran en la etapa de reproducción, los grillos machos pelean entre sí por las hembras. Del mismo modo, las hembras pelean para proteger sus huevos de otras hembras o de algunos machos que quieren asegurar que su descendencia sea la única es prosperar.
¿Qué sucede cuando un grillo pierde una pata?
Seguramente alguna vez has visto a una lagartija perder la cola y que esta vuelva a crecer. A este proceso se le conoce como regeneración y consiste en la recuperación de tejidos dañados o incluso el reemplazo de órganos o partes del cuerpo que se han perdido por alguna razón.
Un gran número de insectos cuentan con esta increíble capacidad, y algunas especies de grillos están entre ellos, especialmente si se encuentran en fase de crecimiento.
Los grillos crecen por etapas, durante las cuales cambian su exoesqueleto. A estas se les llaman mudas y en la mayoría de los casos deben pasar por unas siete mudas antes de llegar a la edad adulta. Es decir que:
- Si un grillo joven pierde una pata o alguna de sus extremidades durante esta etapa, esta volverá a salir sin ningún problema al cabo de la siguiente muda.
