Este órgano recibe el nombre de timpánico, se trata del aparato auditivo de estos insectos ortópteros, es una membrana enmarcada y que por detrás posee una bolsa de aire, interconectada a neuronas sensoriales.
La ubicación exacta de este órgano auditivo es en la vanguardia de las piernas, o sea, en las tibias de estos miembros.
Los sonidos generan vibraciones que son percibidas por esa membrana timpánica y éstas viajan al órgano auditivo.
¿Dónde tienen los oídos los grillos?
Los grillos como ya lo mencionamos antes, tienen sus órganos auditivos en las patas delanteras, específicamente en la tibia de estos miembros y es muy visible al ojo humano.
A diferencia de otras especies de ortópteros que tienen estos órganos en el abdomen, los grillos los han desarrollado en sus extremidades delanteras, la vibración se registra y viaja por una placa timpánica hasta la vesícula auditiva.
Se dice que los grillos desarrollaron sus oídos supersensibles mucho antes de la aparición de los murciélagos, que son los depredadores por excelencia de esta especie y se debió en su momento a la presencia de algún otro depredador activo en la zona.
¿Cómo están estructurados los oídos de los grillos?
La estructura de éste órgano está compuesta por una membrana tipo malla, adherida a un marco que por la parte posterior contiene una bolsa o saco de aire.
Todo este sistema está conectado a una red de neuronas sensitivas, el sonido del exterior produce una vibración en la membrana y a su vez estas vibraciones son percibidas por un órgano cortodonal.
A través de la microtomografía de rayos X, se ha podido conocer la existencia de otro órgano que compone el oído de los grillos. Se trata de una vesícula auditiva, pieza clave de la audición.
Todo el conocimiento que se ha obtenido desde el año 2012 cuando se descubrió esta semejanza con el órgano auditivo humano, ha contribuido de manera impresionante para el desarrollo de sistemas auditivos artificiales y mejor diseño de aparatos de audición y microsensores.
Funcionamiento del sistema auditivo de los grillos
Los aferentes auditivos de estos insectos terminan en un ganglio llamado protorácico. Son unos de los pocos insectos que al igual que el ser humano posee un tímpano y a diferencia de nosotros, su sistema timpánico es mucho más complejo.
En síntesis, el oído de los grillos funciona como el de los humanos, su proceso se divide en captación, transformación y análisis de las frecuencias recibidas y procesadas a través de una red neuronal.
Sistema único descubierto en insectos y semejante al de los humanos, solo que más complejo y desarrollado al punto que estos especímenes son capaces de controlar y regular las bajas y altas frecuencias a voluntad.
La ubicación de la energía de los grillos en los árboles se logra a través de contracciones asimétricas de la forma o arquitectura de su membrana. Este proceso deriva en que la membrana se endurezca más hacia un sentido o dirección que en otro, lo que genera que la vibración quede concentrada en el punto de conexión neuronal.
Son unos de los pocos insectos junto a las langostas y saltamontes que pueden controlar, es decir, activar o desactivar el mecanismo para aumentar o disminuir las oscilaciones mecánicas de la membrana auditiva amplificando así los sonidos.