Por si no lo sabías, los grillos cantan para algo más que molestarte por las noches. Su canto atrae a hembras que estén dispuestas a aparearse y se encuentren en las cercanías, así que es algo crucial el cantar en el ciclo de vida de los grillos. Pero, ¿Por qué los grillos cantan para atraer a las hembras? Responderemos esa interrogante a continuación.
El sonido y la posición
Los grillos comienzan a emitir el sonido tan familiar que escuchamos durante las noches en primavera u otras épocas cálidas, lo que significa que para ellos ha comenzado el periodo de apareamiento.
Los grillos para cantar frotan sus alas contra sus patas traseras en un movimiento rápido, el sonido se produce cuando unas pequeñas protuberancias en sus alas chocan contra sus patas, lo que produce el insistente “cri, cri”, que todos conocemos.
Para poder emitir este sonido los grillos mueven ligeramente sus alas de arriba hacia abajo, en un movimiento muy rápido que permite que estas choquen con la parte alta de sus patas traseras.
La forma de las alas hace que el sonido tenga un efecto de onda expansiva, multiplicando muchas veces el volumen inicial del chirrido. Por esto es que pueden ser tan molestos de noche, cuando hay mucho silencio.
¿Influye el volumen?
El volumen de la estridulación del grillo dependerá del tamaño que tenga este.
- Las hembras normalmente se sentirán atraídas por grillos con un “canto” fuerte y claro
- El de los grillos más viejos, que es menos claro y no tan fuerte
Otra curiosidad del canto de los grillos es que pueden cantar a diferentes ritmos. Pero hay algo más extraño e interesante, ya que según sea la frecuencia de los cantos se puede calcular la temperatura ambiental.
- Cuenta el número de cantos del grillo cada 10 segundos, multiplica por 6 el resultado, divide el resultado entre 5 y finalmente resta 9 a la cifra.
De esta manera podrás saber la temperatura ambiental tan solo escuchando y contando cuantos “cri” hacen los grillos, el resultado estará expresado en grados centígrados.
Adultez y apareamiento
El proceso de la adultez en los grillos ocurre cuando después de 45 días de constante metamorfosis ya han conseguido todas las características físicas de un grillo adulto.
El número de mudas varía mucho de especie de grillo en especie, pero en la especie común del grillo doméstico suelen ser unas 7 mudas que ocurren alrededor de 45 días.
En el día número 45 ya deben ser apreciables las alas y deberían estar formados los órganos sexuales. Por lo que el grillo desde ese momento puede comenzar a “cantar” para atraer a hembras y reproducirse.
El grillo adulto doméstico puede medir unos 3cm de largo, mientras que el grillo hembra de esta especie es de mayor tamaño que el macho.
Las hembras son fácilmente identificables. Cuentan con un apéndice que les permite enterrar los huevos en la arena. Así consiguen así la humedad y protección del sol necesaria hasta el momento en el que llegue la eclosión.
Ahora, una vez siendo adultos, los grillos pueden vivir al menos unos 40 días. Los que bastan para que se reproduzcan en más de 200 nuevos grillos, que son los que coloca la hembra normalmente en un día.
El acto de apareamiento comienza cuando el macho comienza a estridular para atraer a una hembra. Los grillos tienen un sentido del oído muy desarrollado, por lo que la hembra puede escuchar al macho, aunque esté a varios metros de distancia.
El macho no se verá afectado por el estridente sonido ya que, al mover las alas en el ángulo necesario para emitir el sonido, este bloquea sus oídos (los cuales se ubican en sus patas).
Una vez la hembra identifique el sonido del macho definirá si le atrae. En caso de ser así ella acudirá hasta la posición del macho y comenzará el apareamiento.
¿Cómo se aparean los grillos?
El macho al ver acercarse a una hembra comienza la segunda fase de su ritual de atracción: mueve las alas a una mayor velocidad para así aumentar la frecuencia en los sonidos que estas emiten. Pero, al mismo tiempo tratan de que la fricción sea mayor, para así lograr que el sonido sea más fuerte.
- Lo hacen con la finalidad de que la hembra sepa que el macho está interesado en ella y así pueda proceder a acercarse y comenzar la cópula.
La hembra al estar junto al macho procede a esperar que este comience la última fase del coqueteo. Así el macho comienza a tocar con sus antenas a la hembra, esto sin dejar de “cantar”.
La hembra al aceptar el coqueteo se sube en la espalda del macho y este pasa un espermatóforo hasta a ella, colocándolo al final de su órgano reproductor. La hembra rosa esta zona con su receptáculo, el cual también usa para colocar los huevos, quedando así inseminada.
Los huevos ya estarán formados en la hembra, pero al momento en que pasen por el oviducto quedarán fertilizados, pudiendo dar lugar a un nuevo grillo tras 10 días en estado de huevecillos.
¡Ya conoces todos los detalles sobre el apareamiento de los grillos! ¿No te parece fantástico el cómo actúa la naturaleza para crear nuevos miembros de una especie?