Sexar grillos es una tarea fácil y hasta divertida, en este post te daremos consejos sencillos para lograrlo. Lo primero que debes observar es si existen parejas. Para diferenciarlos, se debe observar la presencia del ovopositor en las hembras. Es una estructura fina y delgada que alcanza una longitud de más de centímetro y medio y que les sirve para introducir los huevos en la tierra.
Luego de este paso, se colocan en una caja de plástico y se tapan con una malla para que ellos tengan ventilación. Se deben tener medidas básicas como calor, temperatura, humedad.
Para lograr la reproducción se debe generar una temperatura adecuada para el desarrollo efectivo de los grillos. El contenedor o caja plástica, se puede ubicar en un cuarto caliente. Con la temperatura ideal para lograr óptimos resultados, o cerca de una fuente de calor o bombillo.
A esta especie le encanta la humedad, por lo tanto se les debe suministrar abundante agua limpia y fresca. Utilizando para ello, un recipiente pequeño para evitar que se ahoguen. O se puede utilizar una esponja saturada de líquido. También es una excelente idea.
Para lograr la eclosión de los huevos
Por otra parte, para lograr la eclosión de los huevos hay que retirarlos del recipiente de anidación e incubarlos de manera separada y cuidadosa. Lo ideal es que la temperatura sea de 75 a 85 grados F y la humedad por encima del 50%.
Al cabo de diez días, los pequeños grillos se harán visibles. Estos requieren de una humedad altísima alrededor del 85%. Los recién nacidos necesitan alimento y humedad que se les puede suministrar a partir de vegetales frescos.
Es recomendable que permanezcan en el contenedor por un tiempo y después unirlos a la colonia principal, para mantener el ciclo de vida.
¿A qué etapa del grillo se puede diferenciar los sexos?
En la etapa del apareamiento, cuando comienzan con la copulación o etapa sexual. De manera exclusiva el macho es quien realiza el cri-cri característico para atraer a las hembras y así, aparearse. Dichos machos tienen un par de alas rugosas, de modo que las activan para crear el sonido característico. Se piensa que este sonido aleja a los otros machos mientras atraen a las hembras.
Otra característica cuando ya los grillos se pueden diferenciar sexualmente es cuando las hembras pasan más tiempo cavando debajo de la tierra para encontrar un sitio y poner sus huevos. Mezclan la suciedad con sus tubos debajo del abdomen de manera general, y luego el ovipositor se pega a la excavación para depositar los huevos.
A simple vista se ven como unos insectos apacibles. Los grillos machos lo dan todo al momento de la etapa de reproducción, comienzan su danza de pelea con el roce de las antenas y la exhibición de la mandíbula. Por si no es suficiente, se empujan y molestan hasta que uno de los contrincantes queda vencido.
Cuando el de mayor fuerza gana, es el que canta por encima de todos los demás. Estudios han demostrado que los grillos que dominan, poseen un sistema inmunitario más potente que los subordinados. De manera que, los cantos son las señales más fuertes que tienen los machos para que las hembras puedan entregarse a un compañero reproductor.
Formas de diferenciar un grillo hembra de un macho
Los grillos presentan diferencias o variaciones físicas externas, entre machos y hembras, conocido como dimorfismo sexual. A partir de las últimas mudas es muy fácil distinguirlos. Las dos diferencias externas observadas a simple vista son el ovopositor y las alas.
El ovopositor es un apéndice propio de las hembras situado en el extremo del abdomen. Su función es depositar los huevos en la tierra y brindarle protección. Tiene forma de sable, el ovopositor se comienza a visualizar como una protuberancia de color oscuro en las ninfas medianas.
El tamaño va aumentando en cada muda llegando a tener una medida de dos centímetros en las hembras adultas. No hay que confundir los dos cercos que poseen machos y hembras en los extremos, al final de su abdomen. Y que son sus órganos sensoriales. En el caso de las hembras, este órgano está situado entre los dos cercos.
Las alas externas o tegminas de las hembras, son más alargadas que las de los machos y cubren casi totalmente su cuerpo. Son lisas, al contrario de las de los machos que son rugosas. Estas rugosidades son las que permiten al macho cantar o estridular al frote de una pata contra la otra. Por lo que, solo cantan los machos y lo hacen para simplemente atraer a las hembras.
Etapa de copulación de los grillos
El primer apareamiento de los grillos, comienza con el contacto entre la pareja, a través de sus antenas. Es parte del cortejo del macho hacia la hembra, durante el cual, el macho emite un tipo de canto diferente y variado.
En esta variedad de insectos sucede algo diferente y particular. Ya que es la hembra la que monta al grillo macho y es justo en ese momento que un único espermatóforo, es introducido al órgano reproductivo de la hembra. Estas tienen un ovopositor u oviscapto que es el órgano que utiliza para depositar sus huevos.
Estos tardan por lo general en incubarse unas dos semanas. Aunque depende de la variedad y de la especie. El grillo es muy fecundo, se reproducen de una manera increíble y regular, por lo que la hembra deposita la cantidad de hasta 300 huevos en cada postura.
La hembra de la especie pone el ovopositor dentro de la tierra donde están todos los huevos, que luego son bañados con esperma por el macho. Después del transcurso de dos semanas, nacen todas las crías de un color blancuzco, no es hasta después de una hora, por lo menos, que endurece su exoesqueleto, para su protección.
